El instante

Hacía tres semanas desde que había cambiado de casa, dos meses desde que había dejado el trabajo y tres años desde que había dejado a su mujer.

Cuando se levantó por la mañana, abrió la ventana de su habitación y sacó la cabeza para respirar el aire fresco de la calle. Miró a un lado y a otro y solo vio al barrendero, recogiendo sin prisas los montoncitos de basura que había ido formando. Por la esquina de la derecha apareció una mujer joven que miró hacia su ventana al ver la luz. Por un momento, los dos se miraron, y al momento siguiente, los dos desviaron la mirada como sin querer.

Ninguno de ellos podía saber entonces que un futuro en común acababa de prenderse en ese instante. Ninguno de ellos recordaría ese momento como el primer momento de los dos. Y, sin embargo, ya había sucedido.